martes, 10 de diciembre de 2013

Curiosidades acerca de la Catedral de Sevilla

Buenos días a tod@s!!!

Hoy os traemos un interesante artículo sobre la Catedral de Sevilla. Esperamos que os guste!

Así se construyó la Catedral de Sevilla

'Anatomía de la catedral de Sevilla' es el libro de dos vidas. Una es evidente: la del templo metropolitano, el mayor edificio gótico de la cristiandad; otra, escrita entre líneas, es la de su maestro mayor desde hace más de 25 años, Alfonso Jiménez Martín, colaborador necesario en la trascendental transformación acometida en la gestión del edificio desde los años ochenta.

El mejor resumen de media vida dedicada a la conservación de la catedral sevillana está contenido en ese libro, premio Archivo Hispalense en 2012, y que acaba de editar la Diputación de Sevilla. Originado a partir de la web La Montaña Hueca, creada y alimentada por su autor, el libro relata la historia de la construcción del templo a través de tres temas básicos: las fuentes documentales, las formas arquitectónicas y las fechas.

Es éste último apartado, el de las fechas, el más extenso y el núcleo real del estudio. Jiménez aporta la primera datación exhaustiva de las fases de construcción, enmarcadas entre los años 1433 hasta el 10 de octubre de 1506, cuando, en presencia del Cabildo, se coloca la 'clave postrera' en lo más alto del edificio, el cimborrio.

En la fecha inicial reside una de las novedades del estudio. 1434 es el año del que se tiene la primera constancia documental del inicio de las obras. Los libros de contabilidad del Cabildo reflejan en ese momento el coste de la contratación de los barcos que transportarían la piedra desde El Puerto de Santa María hasta Sevilla, Guadalquivir arriba. Los estudios precedentes habían fechado el comienzo de las obras en torno a 1401, pero ningún documento fidedigno permite seguir apostando por esa fecha.

72 años de obras

Los archivos consultados por Alfonso Jiménez guardan más de medio centenar de hitos relevantes en ese periodo de 72 años de construcción. Algunas veces, fechas exactas, como la de la piedra postrera; en otras muchas, apenas una referencia temporal que apenas permite conocer si alguna pieza del edificio estaba terminada o en obras cuando se comenzó a levantar otra.

A partir de esos datos, el maestro mayor recompone a modo de un gigantesco puzzle el relato de la construcción del templo. Sostiene que el derribo de la mezquita almohade se producía en función del avance de la nueva obra gótica: «[...] en 1458 aún había partes del edificio viejo en pie, lo que sugiere que sólo derribaban, cuando les interesaba, aquellas partes que se veían afectadas directamente por las obras o las que era imposible mantener».

Fueron siete décadas de trabajo intenso que podrían haberse reducido si no se hubieran alterado los planes iniciales. El autor sostiene que sin las modificaciones introducidas en las actuales capillas de San Pedro y San Pablo, probablemente relacionadas con el panteón de los reyes, la construcción se habría terminado antes de concluir el siglo XV.

Pero si existen dudas sobre la fecha de inicio de las obras, tampoco es fidedigna la de su final. Jiménez sostiene que la ceremonia reflejada con todo lujo de detalles en los libros de la Catedral, la del 10 de octubre de 1506, parece más bien «un acontecimiento propagandístico para lucimiento de los mecenas de última hora [el duque de Medina Sidonia y Don Fadrique Enríquez] que un auténtico final de obra». Tres años después aún se seguían recibiendo y contratando imágenes para esta bóveda. Al fin y al cabo, como gusta decir al maestro mayor, la obra de la Catedral nunca se terminará del todo.

Y la mejor prueba de ello es que sólo cinco años después de la 'ceremonia ficticia' de terminación, en 1511, el cimborrio se fue al suelo. Es, dice Jiménez, el año del 'gran fracaso', posiblemente motivado por las prisas con las que se quiso dar por concluidas las obras.

Las respuestas estaban en Oñate

Los expertos creían conocer casi todo de la Catedral de Sevilla hasta que hace seis años, y casi por casualidad, apareció en el convento de Bidaurreta, en Oñate (Guipúzcoa) el que hasta ahora es el plano más antiguo de su planta. El plano de Bidaurreta, como ha venido en llamarse, ha obligado a revisar muchas de las convicciones que hasta ahora se daban por seguras sobre la obra del templo. Alfonso Jiménez, que participó en su identificación, sostiene que el plano debió de elaborarse en 1488, posiblemente por Juan de Hoces, y que es una copia del original, atribuido al maestro Ysanbarte.


Articulo aparecido en la edición digital del periódico El Mundo
http://www.elmundo.es/andalucia/2013/12/10/52a6cc3d6843417d218b456c.html)

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